NUESTRO MODELO ES UN ÁRBOL,
PLANTADO EN MITAD DE LA ACERA:
UNO MÁS SOBRE EL QUE MEAN LOS PERROS CADA NOCHE,
EN EL VERDE DESFILE DE CUALQUIER CALLE.
DE ESE ÁRBOL CUELGAN UNA SOGA DE LUCES
CUANDO LLEGA EL INVIERNO
Y LO DEJAN DESNUDO CUANDO ACABA.
SU SOMBRA CRECE SOBRE NUESTRAS CABEZAS COMO UNA DUDA:
DESDE AQUELLAS RAMAS CONSPIRAN PÁJAROS INVISIBLES;
SUS RAICES ATRAVIESAN EL PAVIMENTO Y ABREN GRIETAS,
HONDOS BACHES EN NUESTRO CAMINO.
"ESE ÁRBOL AÚN SIGUE MUDO,
PERO SE HACE FUERTE EN EL SILENCIO".
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