domingo, 4 de octubre de 2009

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UNA CADENA DE UN SOLO ESLABÓN (*)

Pienso en un día cualquiera, hoy, por ejemplo:
en realidad todos son el mismo
espacio inundado por una luz distinta.

La noche no es ya la mitad de un día,
algo oscuro -una brecha de sueño- entre dos claras muescas;
sólo es otro nombre dado al hecho de estar aquí sin luz, sin más,
como tarde, agosto, lunes, siglo XXI o mañana.

(Alguien decidió contar, con estos nombres y números, el mundo).

Matemos el tiempo de una vez:
en realidad, todos los días son el mismo espacio único;
hoy, sin ir más lejos.



(*)“No somos ya material para una sociedad”.- F. N.

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