L A P R O M E S A
“Estamos entre dos mundos:
uno no lo reconocemos y el otro todavía no existe”.
Lewis Carroll
SIEMPRE DESPERTARÁS.
TE VESTIRÁS DE TI MISMO
PARA SALIR AL ENCUENTRO DEL HORARIO:
QUÉ GRAN TRABAJO EL TIEMPO.
COMO UNA ACEQUIA DEL PARQUE, A MEDIODÍA
TE DESBORDARÁN LOS MINUTOS.
NO ES QUE HAYAS PERDIDO EL INTERÉS POR LO QUE HACES,
ES QUE TUS FILIGRANAS NO LE IMPORTAN A NADIE.
POBRE, KAMIKAZE POBRE.
NUNCA LLEGAN LAS SEIS, PERO LLEGAN
Y SALES, COMO UN TORO A LA PLAZA,
PORQUE HAY LUZ EN LA CALLE.
PASEARÁS TODA LA TARDE ENTRE MIRADAS Y PALOMAS.
QUIZÁ CRUCES ANTE EL PORTAL DE TUS PADRES
Y PASES DE LARGO, SIN DETENERTE.
CUANDO ESTÉN CERRANDO, LLEGARÁS AL SÚPER.
SIN LA LISTA DE LA COMPRA —QUE HICISTE AYER PARA NADA—
TE LLEVARÁS CUALQUIER COSA QUE NO NECESITES.
TODO POR EL DÍA:
PARA QUE NO DESCARRILE ANTE TUS OJOS.
YA POR LA NOCHE,
TE SENTARÁS EN EL BALCÓN
CON LOS PIES HACIA EL VACÍO.
ATRAGANTADO DE LUNA,
ESPERARÁS ALGÚN MILAGRO.
(SIEMPRE DESPERTARÁS).
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